El ascenso de Pink Floyd a la fama a finales de los años 1960 y 1970 estuvo marcado por su enfoque innovador de la música y las actuaciones en directo.
Las contribuciones de Wright fueron fundamentales para dar forma al sonido único de la banda, su trabajo de teclado en álbumes como The Piper at the Gates of Dawn, A Saucerful of Secrets y Meddle proporcionó una textura sonora que era a la vez atmosférica y compleja.
Tras la sustitución de Barrett por David Gilmour , Wright se hizo cargo de algunas de las tareas de composición de canciones, fue con el lanzamiento de The Dark Side of the Moon en 1973 cuando el genio de Wright realmente brilló, sus composiciones, como "The Great Gig in the Sky" y "Us and Them", destacaron su capacidad para crear música emocionalmente resonante que complementaba las ambiciones conceptuales de la banda.
El éxito de este álbum consolidó el estatus de Pink Floyd como leyenda del rock y mostró el papel indispensable de Wright en su proceso creativo, a pesar del éxito de la banda, comenzaron a surgir tensiones internas.
Las contribuciones de Wright se vieron eclipsadas por el creciente dominio de Waters, lo que llevó a conflictos creativos, estas tensiones culminaron durante la grabación de The Wall en 1979, lo que provocó la salida de Wright de la banda.
Sin embargo, fue retenido como músico asalariado para la gira posterior.