Motörhead en la década de 1980 encarnó el poder crudo y el espíritu rebelde del heavy metal.
Frontada por el legendario Lemmy Kilmister, la banda solidificó su reputación con álbumes como *Ace of Spades* (1980), que presentaban su icónica canción principal. Conocido por su arenoso sonido mezclando punk y metal, Motörhead influyó en incontables bandas en ambos géneros.
La alineación durante gran parte de la década incluyó a "Fast" Eddie Clarke en la guitarra y Phil "Philthy Animal" Taylor en la batería, aunque hubo cambios con la llegada del guitarrista Phil Campbell y el baterista Mikkey Dee más tarde en su historia.
Sus actuaciones en vivo de alta energía y sus implacables giras cimentaron su lugar como leyendas del rock.